martes, 31 de mayo de 2016

Cuestionarse...



Cuando una reflexión se codifica, y trata de ser la explicación definiti­va de todo, sucede que suele provocar una reacción. Aquello que la experiencia no puede negar, viene a golpear las puertas de ese bunker, y todo se cuestiona.
No hay nada más testarudo que la realidad. En cierta manera, la experien­cia termina por imponernos su verdad, que se identifica con la realidad.
Pero cuando la realidad cree haber encontrado sus límites y pretende volver a cerrarse, resulta que se constata que parte de la verdad quedó afuera. Y todo vuelve a cuestionarse. La misma realidad ya no es tan real. Hay que volver a re­flexionar sobre la reflexión que ya se hizo de la realidad.
Y entonces se desconfía hasta de las palabras que la expresan. Pareciera que ya nada es seguro. Que todo es relativo y que lo único que queda es el silencio amargado y cínico.
Sin embargo, esto también suena a falso, a vacío. No convence.
Permanece la honestidad del hombre que cree en la verdad. Verdad que lo supera, pero ante la cual tendrá que dar cuenta. Esto lo serena y lo anima en su camino.
Pero no todos tienen el coraje de en­frentar en forma sincera este cuestiona­miento de la realidad. Es más fácil ser un conformista y continuar diciendo lo que todos siempre han dicho. Aunque tampoco sea cierto que todos digan lo mismo.
Por eso, en definitiva, lo más frecuente, es que cada uno se aliste en una escuela de pensamiento y desde allí vea la reali­dad con anteojos prestados. Se delega la libertad, y se destina todo el caudal de reflexión, en aportar nuevos argumentos a una opción ya hecha por el grupo, secta, iglesia o institución a la que uno ha dado su pertenencia.
Tal vez sea éste el destino de la inmen­sa mayoría. Quizá sea bueno y con ello se asegure el equilibrio de las opciones y la posibilidad de canalizar las energías en proyectos positivos. Tal vez con esto se evita la disgregación de las voluntades en enfrentamientos estériles y autodestructivos. Y así el mundo se salve de caer en la esquizofrenia arbitraria, que en definitiva dejaría la historia en manos de los más hábiles charlatanes. A disposición de quienes son mejores conocedores de la manera de manipulear a su favor las volubles voluntades de masas de individuos sin metas y sin timón.
Pero el peligro está en que de esta manera se detiene la vida. Se hace acampar a la historia y la humanidad pierde uno de sus valores más sagrados: el de avanzar.
Tal vez sea por esto, que ella misma genera a los inconformistas.
Se trata de hombres honestos y corajudos. Han comenzado por creer lealmente en que las cosas están bien tal como están. Que son válidas las explicaciones que se dan, y auténticos los valores que se defienden. Se prueba todo, y se trata de hacer bien las cosas. Y como no todo satisface o convence, se prueban las alternativas posibles.
Y poco a poco se va descubriendo que en todas ellas pasa más o menos igual. Nada llena en plenitud. Ni siquiera el sentarse a gozar de lo poco que se consigue.
Y viene el desconcierto. Nacen las preguntas. Se evaden las respuestas, refugiándose en los dogmas ya establecidos, a fin de que no se ponga en duda el andamiaje que asegura el funcionamiento de la institución en la que se convive.
Pero hay algo que no se puede acallar: la pregunta que ya se hizo. Porque no hay nada más doloroso y desubicante que una pregunta verdadera a la que se quiere mantener tapada con respuestas vacías. Quizá el mundo siga funcionando. Pero no avanza. Y esto es tremendo para el hombre que es peregrino sobre la tierra.
Quizá calle, al menos al comienzo de su lucha interior. Tiene miedo de cuestionarse y cuestionar. Pero al fin la cosa estalla.
La ironía no soluciona nada. También ella es algo que suena a hueco. Tal vez logre momentáneamente satisfacer a quien la maneja. Pero deja un sabor amargo en quien la rumia.
Se exige la serenidad. Porque no es algo que me duele solamente a mí. El humor, sí, es necesario. Contiene una cuota de ternura que hace bien a quien lo ejerce, y aun más a quien lo comparte. El humor es la capacidad de relativizar el dramatismo de nuestras tensiones. Vuelve a la normalidad la temperatura de nuestras ebulliciones.
Así se llega al momento en que se pierde el miedo de plantearse las cosas desde la verdad que uno presiente, o al menos intuye. Desecha las respuestas prefabricadas, que simplemente esqui­van el problema escudándose en lo que los demás ya supieron responder.
Quizá no se nieguen los principios. Pero se constata sin atenuantes la realidad que contradice abiertamente esos dogmas. 
En el dilema entre salvar una doctrina, o salvar a los hombres que creen en ella, se opta decididamente por el hombre. Y con ello suele avanzar la reflexión sobre la doctrina, que siempre seguirá siendo ne­cesaria.

Mamerto Menapace, "Eclesiastés" en "Sufrir pasa"

lunes, 16 de mayo de 2016

Evaluación I

1) ¿Qué es la filosofía?. Explayarse.
2) ¿Cuáles son los orígenes de la filosofía?. Explicar y ejemplificar cada uno de ellos.
3) ¿Qué es un mito?. ¿Cuáles son sus características?
4) Comienzo histórico de la filosofía y Ocio.

domingo, 15 de mayo de 2016

El Ocio





El ocio, en esta sociedad globalizada, posmoderna, neoliberal, hace mucho que no existe... 
Esto si entendemos por ocio la "gozosa actividad de la no actividad" (J. Pieper).


OCIO.(Del lat. otĭum).1. m. Cesación del trabajo, inacción o total omisión de la actividad.2. m. Tiempo libre de una persona.3. m. Diversión u ocupación reposada, especialmente en obras de ingenio, porque estas se toman regularmente por descanso de otras tareas.4. m. pl. Obras de ingenio que alguien forma en los ratos que le dejan libres sus principales ocupaciones. (según el DRAE).

OCIO, otium, scholê. Toda la tradición humanista supo valorar el retiro meditado que facilita la exploración de lo mejor en el hombre. El retiro meditado y no el divertimento vacacional, aquél de un tiempo de vacaciones. En palabras de Josef Pieper: “el ocio únicamente es posible una vez presupuesto [...] que el hombre no sólo concuerde con su propia y verdadera esencia, sino también con el sentido del universo (mientras que la pereza radica en la falta de esta conformidad). El ocio vive de la afirmación. No es simplemente lo mismo que falta de actividad; no es lo mismo que tranquilidad o silencio, ni siquiera interior. Es como el silencio en la conversación de los que se aman, que se alimenta del acuerdo que reina entre ellos. En el fragmento de Höderlin: Die Musse, El ocio, se encuentran estos versos:

Como un amoroso olmo me yergo en el campo apacible,

Y como sarmientos y frutos de vid me rodean,
Y se enroscan en mi tronco los juegos sabrosos de la vida.”

Desde luego que hoy las cosas se invirtieron. Los griegos trabajaban con vistas al ocio. En la actualidad la mayoría de las personas que todavía tienen la suerte de estar dentro del sistema productivo descansan para recuperar energías y poder trabajar, para poder alimentarse (y alimentar a su familia, cada vez más pequeña) y poder volver a trabajar...
 



"Tener y no tener tiempo" por Diana Cohen Agrest
http://www.lanacion.com.ar/1100674-tener-y-no-tener-tiempo

"Ni un minuto que perder" por Hugo Caligaris
http://www.lanacion.com.ar/1100675-ni-un-minuto-que-perder

"Minutos" por Ricardo Arjona
http://letras.mus.br/arjona-ricardo/76338/

"Cronos"
http://eduardocasas.blogspot.com.ar/2011/04/cronos-el-dios-que-todo-lo-devora.html

"Si la carrera es hacia la nada, mejor no correr" por Darío Sztajnszrajber


viernes, 13 de mayo de 2016

El Show de Truman

"The Truman Show (en España, El show de Truman (una vida en directo); en Hispanoamérica, La historia de una vida) es una película estadounidense dirigida por Peter Weir y con Jim Carrey y Ed Harris como actores principales. Estrenada en 1998" (https://es.wikipedia.org/wiki/The_Truman_Show)


Les dejo un análisis filosófico sobre la película. Oiginalmente fue un Trabajo Práctico que hice en el año 2000 para el Profesorado: http://www.javiergiangreco.com.ar/Filosofia/TPs/truman.doc

lunes, 9 de mayo de 2016

TP I: "El Orden"



Trabajo Práctico de Producción Filosófica

1)      Ver el capítulo “El Orden” del programa “Mentira La Verdad” (T01C02).


2)      Leer los siguientes textos:

Pero entonces, ¿hay un orden en las cosas?. ¿O el hombre es quien ordena la realidad a su manera?... ¿No refleja, tal vez, el orden, el interés del más poderoso?... Pero si el poderoso es quien construye el sentido de lo real, tal vez lo que concebimos como ordenado no sea más que lo conveniente al poder. Una de las formas en que el orden funciona es naturalizándose. En vez de mostrar su procedencia humana y, por ello, cambiable, se asocia al orden con lo real, con lo verdadero y se lo piensa, así, inmodificable”. Darío Sztajnszrajber en “El Orden”

…la filosofía viene a problematizar. En realidad, más que a calmarnos, viene a incomodarnos…”. José Pablo Feinmann en “¿Qué es eso de Filosofía?”.

Las relaciones de poder múltiples atraviesan, caracterizan, constituyen el cuerpo social; y estas no pueden disociarse, ni establecerse, ni funcionar sin una producción, una acumulación, una circulación, un funcionamiento del discurso”. Michel Foucault en “La microfísica del poder”.

“Deconstruir es a la vez un gesto estructuralista y  antiestructuralista: se desmonta una edificación, un artefacto, para hacer que aparezcan sus estructuras, sus nervaduras o su esqueleto, pero también, simultáneamente, la precariedad ruinosa de una estructura formal que no explicaba nada, ya que no era ni un centro, ni un principio, ni una fuerza, ni siquiera la ley de los acontecimientos, en el sentido más general de esa palabra. La deconstrucción como tal no se reduce ni a un método (reducción a lo simple) ni a un análisis; va más allá de la decisión crítica, de la idea crítica misma”. Jacques Derrida en “¿Qué es la deconstrucción?” (artículo de Le Monde, 1982)

Consiste en mostrar cómo se ha construido un concepto cualquiera a partir de procesos históricos y acumulaciones metafóricas (de ahí el nombre de deconstrucción), mostrando que lo claro y evidente dista de serlo, puesto que los útiles de la conciencia en que lo verdadero en sí ha de darse, son históricos, relativos y sometidos a las paradojas de las figuras retóricas de la metáfora y la metonimia”. (http://es.wikipedia.org/wiki/Deconstrucción, 14/05/2015)

No es natural” de Josep Vicent Marqués (Capítulo I dePara una sociología de la vida cotidiana”)
https://isfdyt89-bue.infd.edu.ar/sitio/taller-total/upload/No_es_natural_1.pdf

"Aceptamos la realidad del mundo que nos presentan" (Cristof en "The Truman Show")

3)      Elaborar un listado de temáticas que ustedes consideren que haya que deconstruir.
4)      Elegir una de las temáticas planteadas en el apartado anterior.
5)      Elaborar preguntas vinculadas a la temática. Varias.
6)      Investigar la temática elegida. Profundizar.
7)      Escribir un artículo filosófico sobre la temática elegida desde la óptica planteada en este TP.
8)      Ponerle título al artículo.
9)      Entregar el Trabajo Práctico de Producción Filosófica al docente.
10)  D10S

* El TP se realizará en parejas, es decir, de a 2 (dos).

viernes, 6 de mayo de 2016

Comienzo de la FILOSOFÍA II



Circunstancias de la aparición de la filosofía en Grecia
  
    Son varias las condiciones de la antigua Grecia que pueden verse como favorecedoras de la actitud filosófica:   
            1ª La condición geográfica. Grecia, de orografía montañosa e infértil, empujó a sus pobladores, a través de sus extensas costas, a la navegación en busca de fortuna, y así se produjo un intercambio cultural que pudo favorecer la relativización de las visiones del mundo locales, propicia a la reflexión filosófica. Grecia es un escenario abierto: la filosofía es lo contrario de la mentalidad cerrada.  
            2ª El contacto con el Oriente Próximo. Aunque haya que descartar la tesis del origen oriental de la filosofía, no obstante es innegable que los griegos se aprovecharon de elementos culturales, principalmente matemáticos y astronómicos, del Oriente Próximo.  De hecho, las primeras expresiones de la filosofía surgen en Asia Menor, la región griega más en contacto con Fenicia, Egipto y los pueblos mesopotámicos.              
            3ª La ausencia de textos sagrados en la religión griega, así como de una casta sacerdotal encargada de velar por el dogma. En Grecia no había autoridad religiosa, de modo que el pensamiento filosófico no encontró este frecuente obstáculo.  
            4ª La circunstancia política. Con el desarrollo artesanal y comercial de los siglos VII y VI Grecia vivió una transformación social. De ser un país primordialmente agrario pasa a ser un país organizado en torno a las ciudades, donde se desarrollan formas políticas flexibles y democráticas que permitieron la libertad de palabra y la iniciativa del ciudadano. Se fue acumulando una rica experiencia política que capacitó a la mente griega para las teorías políticas, que harían aparición pronto con los sofistas.  
            5ª Y el genio griego. Todas las circunstancias anteriores habrían sido insuficientes de no haberse dado entre los griegos una serie de rasgos geniales: el interés por la verdad, el amor al diálogo y la inteligencia.


Para tener en cuenta, y seguir pensando…

Algunos deterministas sostienen que - a falta de musa - el artista es el inevitable resultado de las circunstancias sociales, económicas y políticas. Es decir, que examinadas las condiciones de una región en un momento histórico determinado, es posible conjeturar qué clase de obras se acuñarán allí. Así, se ha señalado que la vida pastoril, típica de la Pampa, produjo el Martín Fierro. Borges objeta que esta misma vida pastoril ha sido típica de muchas regiones de América, desde Montana y Oregón hasta Chile, pese a lo cual estos territorios se abstuvieron enérgicamente de redactar El gaucho Martín Fierro. Ciertamente, lo social y lo económico influyen en el arte. Pero es imposible saber de qué modo. El artista puede acompañar a su época o resistirla. Un régimen autoritario puede engendrar un riguroso arte oficial o una indignada rebelión romántica, o cualquier otra cosa”. Alejandro Dolina.



Para seguir leyendo: EL PENSAMIENTO PREFILOSÓFICO

lunes, 2 de mayo de 2016

Mitos


Dice Mircea Elíade que el mito es una realidad extremadamente compleja, que podría abordarse e interpretarse de diferentes maneras, a menudo complementarias. El mito es, en general, una historia sagrada que relata un acontecimiento sucedido durante un tiempo primordial, la edad de oro, el fabuloso tiempo en el que todo comenzó y con la intervención de Seres Sobrenaturales. En este sentido, el mito cosmogónico es "verdadero" puesto que la existencia del mundo está ahí para demostrar que el mito sucedió y sucede: el mito de la muerte existe puesto que la mortalidad humana así lo prueba.

Características de los relatos míticos

1)      Es una narración verdadera (produce significaciones válidas, fundamenta realidades).
2)      Relata el origen y sentido de realidades cotidianas.
3)      Vehiculiza la interrogación (todos los hombres, en todas las culturas, se hacen similares preguntas).
4)      Remite a los Orígenes, al Tiempo Primordial.
5)      Está relacionado con hechos de Seres Sobrenaturales.
6)      Son ejemplares. Generan comportamientos; “por eso lo hacemos así”.

El mito es un modelo ejemplar, una historia sagrada y eterna que, para ser eficaz, precisa de una repetición bajo la forma del culto o el ritual. Sólo así el contenido del relato mítico adquiere un poder irradiador de fuerzas y significaciones espirituales que contribuyen a la cohesión de la comunidad y a una intención de equilibrio e integración de la realidad material de la naturaleza”. (Mircea Elíade)

"Enfocado en lo que tiene de vivo, el mito no es una explicación destinada a satisfacer una curiosidad científica sino un relato que hace vivir una realidad original y que responde a una profunda necesidad religiosa, a aspiraciones morales, a coacciones, a imperativos de orden social e incluso a exigencias prácticas." (Bronislav Malinowski)